¿Puede un cristiano sufrir depresión? ¿Lo considerarías una falta de fe, o será que, aunque cristianos, seguimos siendo humanos?

Los cristianos no solo sufrimos diferente, sino más. Vivimos estrés, ansiedad o depresión, con el peso de una fe a menudo malentendida.

Del pasado uno no puede desprenderse. Ni debe. Se aprende del pasado para no volver a repetir errores, y evitarnos peligros.

Un minuto cada vez para evitar el estrés, la ansiedad y la depresión en el sufrimiento. Reaprender, enfrentar, actuar.

El cambio se ve como algo negativo. Sin embargo, encierra oportunidades de crecimiento en medio del dolor.

La preocupación es uno de los síntomas estrella de la ansiedad, y aparece desde lo que llamo la "pregunta cáncer": "¿Y si...?"

El perfeccionismo mal entendido suele ser incapacitante, y demasiado inflexible en cuanto a la manera de ver el mundo. Crea problemas.

Vivimos a menudo bajo la esclavitud de lo humanamente posible. Dicho de otra forma, parece que "Si puedo hacerlo, debo hacerlo".